La obra de Nicanor Parra, especialmente su «antipoesía», es un campo fértil para explorar la intersección entre las matemáticas y la literatura. Parra, quien fue además físico y matemático, integró en su poesía conceptos que rompen con la estructura lírica tradicional y, en muchos casos, hacen referencias directas o indirectas a la lógica y las matemáticas. Esta mezcla es parte esencial de su innovación literaria.

En la antipoesía, Parra deseaba desmantelar los formalismos y la retórica grandilocuente de la poesía convencional, usando en su lugar un lenguaje más coloquial y cercano al discurso común. A través de esta subversión, la precisión y el rigor de las matemáticas encajan con su afán de ironizar y desmitificar.

Algunos puntos clave sobre la relación entre las matemáticas y la antipoesía de Parra incluyen:

Las matemáticas, vistas como la ciencia de lo exacto, se convierte en un recurso para ironizar sobre los intentos de dar sentido a lo irracional o caótico de la experiencia humana. En este sentido, Parra se sirve de la matemática como herramienta para mostrar la incapacidad del ser humano de alcanzar certezas definitivas.

El sentido del humor de Parra, a menudo mordaz, también aparece en el uso irónico de conceptos matemáticos. Por ejemplo, en ciertos poemas, juega con fórmulas o expresiones científicas que, colocadas en un contexto poético, adquieren un significado absurdo o ilógico.

Una de las frases más conocidas de Parra que refleja su relación con la ciencia y las matemáticas es su definición de sí mismo como un «poeta/antipoeta y matemático». Con esto, él reivindica su doble rol y cómo ambos aspectos influyeron en su forma de ver el mundo.

En resumen, las matemáticas en la antipoesía de Parra es un recurso que va más allá de lo formal o estético, y se convierte en una herramienta crítica que, junto a su ironía y humor, le permite crear una poesía que desafía las normas tradicionales y refleja la complejidad del mundo moderno.

Atte. Patricio Figueroa M – Profesor de Matematicas